martes, 2 de septiembre de 2008

¿Dónde has ido de vacaciones?

¡A ninguna parte! Joder qué pesados. Como si no hubiese otra pregunta que hacer el 1 de septiembre. Todo el mundo preguntando la misma monserga, ¡ni que trabajase en una droguería!

Pues no, no he estado de vacaciones. Me he pasado medio verano rodando y el otro medio montanddo. Por suerte o por desgracia, cuando eres realizador y guionista free lance sólo puedes hacer una cosa: trabajar. Porque lo mismo el mes que viene me tengo que tomar unas vacaciones forzosas y entonces tendré que comer (porque tengo la mala costumbre de comer tres veces al día, ¡y a veces hasta cuatro!) con lo ahorrado en los meses en que no me he ido a Matalascañas.

Que ésa es otra.

¿Y a dónde coño voy en verano? Las playas son un asco, en todos los sitios donde se supone que la gente “escapa” en vacaciones hay un colapso total de “huidos”. Al final acabas yendo a la playa para compartir sombrilla con tu jefe. ¿Pues no es mejor unas vacaciones en tu ciudad, en los sitios de siempre, solo que sin la preocupación de tener que recorrerlos sin prisas ni presiones? Levantándote a las tantas, comiendo cuando tienes hambre y visitando el centro porque, ¡increíble! hasta se puede aparcar allí.

Además, para mí el rodaje de este verano ha sido casi como unas vacaciones. Vale, me tenía que levantar a las 7, pero más o menos es la hora a la que te tienes que levantar en Chipiona si quieres coger sitio para tu sombrilla.

Por lo demás, ha sido un gustazo de rodaje, rodeado de gente de lo más profesional y eficiente (quitando alguna oveja negra, que siempre tiene que haberla para darle algo de vida a estos encuentros-convivencias a los que llamamos rodajes).

Lo que he dirigido, que hasta ahora lo llamaba erróneamente video clip (más bien es un cortometraje musical... ¡de 25 minutos de duración!), prácticamente se ha hecho solo. Si tienes la suerte de contar con un director de fotografía genial, un director de arte inspirado y una jefa de vestuario en estado de gracia, ¿qué pintaba yo allí? Nada, simplemente me ponía ante el monitor y me dedicaba a disfrutar de lo que estos genios me servían.

Vale, yo algo he hecho, decirles a todos lo que tenían que hacer y cómo hacerlo. Pero, una vez asignadas las tareas, (casi) todos las han llevado a cabo tan bien, que en efecto siento que he pasado un mes de vacaciones en lugar de trabajando. Espero que esto no lo lean los que me pagan.

Y, además, he vuelto para encontrarme que el largometraje de animación en el que estamos trabajando ya tiene hasta cartel y todo. Y fecha de estreno, aunque apostaría mi oreja izquierda a que esa fecha es tan plausible como la que dio aquel diseñador para que la MIR cayese sobre París.

Y, además, este verano he visto “Wall-e” y “The Dark Knight”. ¿Qué más puedo pedir al verano? ¿Vacaciones? ¿Y eso qué es?

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