No son raros los casos de remakes no pretendidos, pero el que nos ocupa se veía venir desde el siglo pasado (literalmente hablando).
Fan de Satoshi Kon hasta las trancas, ya en Requien for a Dream, a Aranofsky se le fue un poquito la mano inspirándose en Perfect Blue.
Una década después pasaría de (mal)disimular y reharía -con muy buen gusto e inteligencia- una de las obras maestras que nos dejó al ya fallecido maestro japonés.
Blue vs Black. Aquí os dejo este montaje donde hago la siempre divertida comparación entre remake y original.
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