La eterna pregunta.
Y tal vez la más difícil de todas. Porque siempre, siempre, sólo puede existir una respuesta a esa pregunta. Y dar con esa respuesta única es una tarea titánica.
Cuando un director coloca la cámara para grabar un plano es porque es el único sitio donde se captará aquello que quiere o debe transmitir. No basta con saber dónde colocar la cámara, eso es lo de menos; hay que saber, por encima de todo, POR QUÉ la cámara debe colocarse ahí y sólo ahí.
Y ya sabemos que esto no es fácil. A veces la respuesta nos llega en sueños... años después de haber rodado la escena. Cachis.
¿Un ejemplo?
Un ejemplo:
Pongamos un plano cualquiera de una escena cualquiera de la película de Mike Nichols El Graduado. El protagonista durante el primer acto vive un proceso de declive debido a que no soporta su casa, su familia y su entorno, lo cual lo va hundiendo cada vez más, hasta llegar al primer punto de giro, en que "toca fondo".
La escena consiste en una fiesta familiar que agobia al chico hasta el punto de que éste busca refugio en la soledad de su habitación.
Se esconde en su habitación y entonces dice el guión:
MRS. ROBINSON enters the room.
MRS. ROBINSON
Oh. I guess this isn't the
bathroom, is it?
¿Qué plano decide Nichols usar para retratar este momento? ¿Cuántas posibilidades existen? ¿Infinitas? Veamos lo que hizo Nichols:
Como ves, Mike Nichols decidió situar la cámara DETRÁS DE UNA PECERA. Si el personaje está "ahogado", sólo hay una manera de "ahogarlo" estando en la habitación (más adelante veremos que "toca fondo" literalmente en el interior de la piscina), y es "metiéndolo" literalmente en la pecera, bajo agua. Y además, al entrar la Sra. Robinson ella no sólo es la que trae "la luz" a la habitación (a la vida) del chico, sino que al aparecer ella Ben (así se llama el personaje de Dustin Hoffmann) "sale del agua".
No hay muchas formas de rodar esta escena. No se puede poner la cámara "ahí mismo". Se debe poner tras la pecera o no estaremos transmitiendo "la idea" de la escena. Ése es el trabajo del director.
A lo mejor esto es muy creativo y florido, vale, vamos a ver un ejemplo más sencillo. ¿Y si son simplemente dos personas hablando? ¿No vale un plano contra plano?
Sí... y no.
Vamos ahora a ver una escena de Heat, de Michael Mann. Un personaje conoce a una chica en un bar. Charlan. En el guion sólo hay eso, diálogo.
Una vez analizado ese diálogo nos damos cuenta de que la escena está claramente dividida en dos partes: una, en la que Neill (Robert DeNiro) está a la defensiva, no quiere hablar con esta mujer.
Pero llega un momento en que el hombre se abre a ella, se muestra "de frente". Y entonces...
El objetivo es que la cámara fotografíe "el alma de los personajes". Literalmente. Si el personaje está hundido, no hagamos que el personaje lo diga, hagamos que la cámara lo muestre (pecera). Si el personaje en un diálogo está reacio a hablar, si "da la espalda" al otro (metafóricamente) que dé la espalda (literalmente). Y si cambia y decide "dar la cara", pues igual. En eso consiste narrar con imágenes. Eso nos lo dicen constantemente en las clases de cine. Pero rara vez sabemos ponerlo en práctica.
Y es que para hacerlo, lo primero, es analizar la escena, analizar los personajes, y saber qué debemos transmitir.
Venga, un ejemplo más, muy sencillo también.
De la serie In Treatment. Mira este diálogo:
El diálogo comienza siendo íntimo, sincero, pero cuando a la chica se le cae el pañuelo, decide romper y empezar a mostrarse fría, prefiere cambiar de tema y no mostrarse tan vulnerable, mejor hablar de otra cosa. Ella "se aleja" (metafóricamente) del doctor y la cámara se aleja (literalmente) de ambos.
Pero el doctor no se da por vencido... y entonces pasa esto:
Ella, por fin, se sincera, lo saca todo de dentro, se abre completamente. Se ha producido un cambio drástico en su actitud, y en su alma. Y para mostrarlo en imágenes la cámara no sólo vuelve a acercarse a ella (al máximo posible) sino que hace un cambio de eje.
Y es que sólo existe una respuesta posible ante la pregunta que da título a esta entrada. Siempre.
Una vez analizado ese diálogo nos damos cuenta de que la escena está claramente dividida en dos partes: una, en la que Neill (Robert DeNiro) está a la defensiva, no quiere hablar con esta mujer.
Pero llega un momento en que el hombre se abre a ella, se muestra "de frente". Y entonces...
El objetivo es que la cámara fotografíe "el alma de los personajes". Literalmente. Si el personaje está hundido, no hagamos que el personaje lo diga, hagamos que la cámara lo muestre (pecera). Si el personaje en un diálogo está reacio a hablar, si "da la espalda" al otro (metafóricamente) que dé la espalda (literalmente). Y si cambia y decide "dar la cara", pues igual. En eso consiste narrar con imágenes. Eso nos lo dicen constantemente en las clases de cine. Pero rara vez sabemos ponerlo en práctica.
Y es que para hacerlo, lo primero, es analizar la escena, analizar los personajes, y saber qué debemos transmitir.
Venga, un ejemplo más, muy sencillo también.
De la serie In Treatment. Mira este diálogo:
El diálogo comienza siendo íntimo, sincero, pero cuando a la chica se le cae el pañuelo, decide romper y empezar a mostrarse fría, prefiere cambiar de tema y no mostrarse tan vulnerable, mejor hablar de otra cosa. Ella "se aleja" (metafóricamente) del doctor y la cámara se aleja (literalmente) de ambos.
Pero el doctor no se da por vencido... y entonces pasa esto:
Ella, por fin, se sincera, lo saca todo de dentro, se abre completamente. Se ha producido un cambio drástico en su actitud, y en su alma. Y para mostrarlo en imágenes la cámara no sólo vuelve a acercarse a ella (al máximo posible) sino que hace un cambio de eje.
Y es que sólo existe una respuesta posible ante la pregunta que da título a esta entrada. Siempre.
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