La nueva temporada de Fargo, producida por Metro Goldwyn Mayer (que ostenta los derechos de la película), arranca con el logo de este estudio en blanco y negro y formato 4:3, es decir, el logo de la época de las películas de Ronald Reagan.
Y es que arrancamos con una película ficticia protagonizada por Ronald Reagan. De hecho, el primer nombre que aparece en pantalla es el suyo.
Y el título de la supuesta película, Masacre en Sioux Falls, nombre al que se refiere Lou en la primera temporada como la gran matanza que tuvo lugar en Minessota a finales de los 70 y que, obviamente, es la matanza de la que nos van a hablar en esta temporada.
Pero, curiosamente, la cosa no empieza con una matanza en los 70 sino con una matanza de indios en la América del siglo XIX.
Esta temporada van a hablarnos de América, de la historia de EEUU, y este arranque justamente lo que hace es enlazar el origen del país (el genocidio de los nativos americanos) con la actualidad (la del momento en que se ambienta la serie) a través de su figura más emblemática: Ronald Reagan. Así engloba toda la historia del país de un plumazo, que es lo que hará el resto de la temporada, diseccionar América, su historia. Mejor dicho, su historia de violencia.
De hecho, el título del capítulo es "Waiting for Dutch". No, no es casual el parecido con "Waiting for Godot". De hecho, Dutch nunca termina de aparecer. "Dutch", por cierto, era el apodo de Reagan. Y eso es justo lo que hacen en la escena que sirve de prólogo. Están rodando un western y a través de un magnífico diálogo entre un actor vestido de indio y un ayudante de dirección, dicen que están haciendo precisamente eso, esperando al actor principal, a Reagan, a Dutch -así se refiere a él el actor vestido de indio. Y eso haremos los primeros capítulos de la temporada. Todo está empapelado de carteles de Reagan, pero él (aún) no aparece. Lo estamos esperando. Como a Godot.
Tras el prólogo en blanco y negro, nos vamos ya a los 70. Formato 4:3 e imágenes de la época. Hablando de Reagan, será el presidente que le precede, Jimmy Carter, quien aparezca en pantalla -insisto, toda esta temporada es una lección de Historia de América- dando un discurso a la nación sobre la "crisis" en que está el país envuelto. Más adelante, cuando la matriarca de los Gerhardt hable de la historia de su familia -que es claramente una metáfora del país- hablará de "cuando se supere esta crisis". Su crisis familiar coincide (permíteme que use la palabra coincidir en una serie donde nada es coincidencia) con la del país. Y, mira qué curiosa la palabra que se superpone al presidente.
Es muy importante prestar atención a este discurso con el que arranca la segunda temporada, un discurso real dicho en directo por un presidente estadounidense real, que resume palabra por palabra los principios básicos que van a regir la filosofía de esta temporada de Fargo. Esta crisis acabará -en teoría- con la llegada de Reagan.
Pero no adelantemos acontecimientos, que todavía lo estamos esperando.
Pero no adelantemos acontecimientos, que todavía lo estamos esperando.
Las imágenes y el sonido del discurso donde Carter dice que América está "estancada" -con imágenes de la crisis del petróleo y el caos que vivía el país en esa época- se mezclan con imágenes de los hermanos Gerhardt. De hecho, esta familia está estancada, como lo está el país a finales de los 70 (como bien nos recuerda su presidente). Y que a nadie se le escape que el brazo armado del cabecilla de los Gerhardt es un nativo americano.
Por cierto, que para acentuar más la sensación de época, además del filtro de imagen que en Instagram podrían bautizar como 70s, incorporan otros recursos muy de la época como el split screen, que además tendrá un uso dramático soberbio esta temporada.
De ahí vamos a la primera escena de la serie propiamente dicha y abandonamos el 4:3 de los 70 para usar el 16:9 del 2015. Encuentro entre el mayor de los Gerhardt y el pequeño, Rye, que aquí identificamos con el típico perdedor de la saga. Un pobre diablo al que sólo le llueven palos y marrones y que tratará de resolver su situación a base de hostias y sangre, mucha sangre. Como siempre, vamos.
Con esta escena se nos presenta la familia, unos mafiosos que controlan la zona y de la que Rye, Kieran Culkin, el menor de los hermanos, parece la oveja negra. Como en muchas otras ocasiones, la serie juega la baza de estar ambientada en los 70 pero dirigirse a un público del año 2015, como cuando Rye se refiere a Plutón como un planeta (aludiendo a sí mismo, por cierto) y sabemos que no, Plutón no es un planeta. Sorry Rye.
Por cierto, magnífico el solo de violoncelo que la partitura dedica a Rye y que escucharemos no pocas veces en la temporada.
Tras ello, seguimos a Dodd (el mayor de los hermanos) y a su compinche hasta la casa de los Gerhardt, sobre la cual se superpondrá el título de la serie.
Allí vemos al cabeza de familia, Otto Gerhardt, presidiendo la mesa. Dos cosas a este respecto, la primera, su tremendo parecido con el terrible suegro de la película original:
Y por otro, el lugar que ocupa en la mesa, presidiéndola, y que luego servirá de motivo de conflicto:
Están echando cuentas y descubrimos que la cosa está floja. Como la economía americana. En esta escena también vemos al mediano de los hermanos comer de un bollo. Y ojo que tampoco esto es casual, y volveremos a ello.
Y entonces, sucede: el patriarca tiene un derrame. Una arteria bloqueada y queda fuera de combate. La crisis está servida. Y mirad la imagen que corta desde la cara descompuesta de Otto a la siguiente escena:
¿Es un paisaje o es su arteria obstruida? Es una carretera. ¿Y quién conduce por esa carretera? Exacto: Rye. La causa de la ruina de esta familia. La obstrucción de la arteria del cabeza de familia. Ya veremos por qué.
Este perdedor, como otros en la ya larga tradición de Fargo, tratará de tomar atajos para desbloquear su situación financiera. En este caso se está dejando timar por un vendedor de máquinas de escribir. El primer diálogo que le escuchamos decir a este tipejo (llamado Watson) es a un tipo al que claramente trata de estafar:
- El mañana nunca ha estado tan cerca como lo está ahora.
- Son las once la mañana -responde el otro.
- Metafóricamente, quiero decir.
Este diálogo está dicho a la cara del espectador. Esto es una metáfora. Todo es una metáfora. La frase "el futuro es ahora" es más que importante en esta temporada, y también la resume bastante bien.
Tras verlo timar al primer tipo, ahora lo vemos timando claramente a Rye. Le muestra una máquina de escribir último modelo que los hará ricos, pero para poder venderla necesita que le desbloqueen las cuentas. Para ello, le dice a Rye que lo mejor es que hable con la jueza que se las tiene bloqueada y la convenza. Curioso es que use la metáfora del dinero bloqueado como si estuviese en una manguera cerrada, metáfora que Rye no entiende y se la tiene que explicar. Pero es curioso como esto enlaza con la arteria bloqueada de Otto, y lo asocia con el dinero y, por tanto, con la economía. De nuevo nos recuerdan que el derrame de Otto es la estancada economía americana de finales de los 70.
Así que Rye sigue a la jueza hasta un Waffle Hut (sí, como el de The Ladykillers) de Luverne. Por cierto que con la aparición de esta jueza comenzarán los sonidos electrónicos típicos de la ciencia ficción de los 70 pertenecientes a la canción "Children of the Sun". ¿Por qué?
Sigamos.
En el restaurante Rye le dice a la jueza que pretende convencerla para que desbloquee las cuentas pero ella le responde usando una metáfora, la del Santo Job. De nuevo Rye es incapaz de entender una metáfora (desde luego, no sería el espectador ideal de esta serie) y ella recurre a un plan B. Saca un bote de insecticida y ataca a Rye con él (sí, como si fuera un insecto, aquí la metáfora de sutil tiene poco). Pero lo que ella no se espera es que Rye saca una pistola y, ni corto ni perezoso, le dispara y la mata. En consecuencia, tiene que acabar con todo el que está en el local para no dejar testigos.
La escena está rodada con un buen gusto y un estilo que pareciera obra de dioses, no de humanos. Cada plano es una joya y el ritmo no da respiro sin dejar el humor jamás aparcado (porque, por encima de todo, recordemos que Fargo es una tragicomedia; mucho tragi, sí, pero también comedia). Estás riendo y al segundo se te hiela la sonrisa en el rostro. Brutal.
Una camarera consigue huir y en su persecución Rye sale del local.
Una vez fuera, la mata y... unas luces en el cielo.
¿OVNIs? Sí, OVNIS. Cuando Rye seguía a la jueza por la carretera mirad qué imagen nos servían los realizadores.
En realidad son los coches de Rye y de la jueza, pero este plano bien podría pertenecer a Encuentros en la Tercera Fase. El final de la década de los setenta fue una gran época para la ciencia ficción: Star Wars, Encuentros en la Tercera Fase, Alien... todas ellas pertenecen a estos años, entre el 77 y el 79.
¿Y acaso no hay OVNIs en el cine de los Coen? Pues claro, ahí está El Hombre que Nunca Estuvo Allí, película que por cierto guarda muchos más parecidos con esta temporada además de estas luces en el cielo.
Pero más adelante veremos que en una serie que va a hablar de la guerra como tema principal, será una guerra de ciencia ficción la que sirva realmente como base de todo. No es Star Wars ni Encuentros en la Tercera Fase la referencia para los OVNIS de Fargo, sino la Guerra de los Mundos. Y es que el capítulo 2 terminará con las últimas frases de esta novela de H.G. Wells.
De hecho, ya dijimos que la canción que suena mientras Rye sigue a la jueza es "Children of the Sun", repleta de sonidos de ciencia ficción vintage y, atentos a la letra:
People of the Earth can you hear me? Came a voice from the sky on that magical night And in the colors of a thousand sunsets They traveled through the world on a silvery lightThe people of the Earth stood waiting Watching as the ships came one by one Setting fire to the sky as they landed Carrying to the world children of the sun Children of the sun
En fin, que sí, que OVNIs y extraterrestres vamos a tener en esta temporada. Ya veremos como metáfora de qué y en qué forma.
Rye está tan anonadado con las luces en el cielo que no ve que está en medio de la carretera y es brutalmente arrollado por un coche, que se da la fuga aún con el cadáver del joven sobre el capó.
Y así acaba el primer acto del primer episodio de la segunda temporada de Fargo.
6 comentarios:
Gran analisis
¡¡Gracias!!
sigue por favor, maravilloso. a la altura de la serie
gracias
Gracias!! Sí, he seguido:
http://joseortuno.blogspot.com.es/2015/10/fargo-temporada-2-capitulo-1-segunda.html
También puedes ver los de la primera temporada:
http://joseortuno.blogspot.com.es/2015/09/fargo.html
http://joseortuno.blogspot.com.es/2015/09/fargo-ii.html
Gracias!!
Gracias de nuevo, maravilloso análisis del primer capítulo de la T1. Colosal.
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