domingo, 13 de enero de 2008

Pesimismo

Soy pesimista. Muy pesimista. Como los austriacos. Estos tíos son tan pesimistas que en su himno nacional cantan “O du lieber , Augustin, alles ist hin” (“Agustín querido, todo está perdido”). No sé quién coño es Agustín, pero sí comparto el hecho de que todo está perdido. Y no hay nada que se pueda hacer por recuperarlo.

Pero es que todo nació perdido. Y a estas alturas será prácticamente imposible recuperar nada. De hecho, desde el comienzo todo ha ido a peor. ¿Qué podemos esperar de un mundo que Dios hizo en seis días? Así le salió. Grant Morrison escribió que Dios lanzó una moneda al aire para ver si hacía o no el mundo. Y le salió la cara mala.

O sea, que ya nos viene de fábrica una herencia lamentable. Un mundo hecho deprisa y corriendo no puede albergar nada bueno.

Soy pesimista. Y no como los eufemísticos dirían “un optimista bien informado”. Yo soy pesimista. Punto.

A fin de cuentas, la esperanza es el refugio de los cobardes. De los que no son capaces de afrontar lo jodido del asunto. Los que son incapaces de encarar la vida como el absurdo que es. Una breve secuencia de vivencias siempre en pos de un futuro inexistente. Todo lo que hacemos es en base a lo que nos deparará el futuro. Y el futuro, por más que queramos negarlo, es la muerte. Y la muerte es la nada. La nada más absoluta.

Sí, usted, igual que yo, se va a morir. Piense en ello. A lo mejor es mañana, dentro de un rato o en treinta años. ¿Qué más da? Todo lo que haga no cambiará ese hecho.

Y el presente no existe. Cualquier cosa queda para siempre en el pasado y el futuro se acerca vertiginosamente. A fin de cuentas, diez minutos y treinta años son lo mismo. Lo verás con más claridad cuando estés en tu lecho de muerte. Allí todo, desde el momento más cercano al más lejano en el tiempo, se resumen a lo mismo: un pasado inalcanzable.

Lo siento, pero así son las cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Eso cantan los austriacos? ¿Cómo coño se dice Agustín en austriaco, AGUSTIN? ¿Por qué te gusta ser oscurito? Sí, todos moriremos, eso es lo divertido del asunto.

A todo esto, tanto pensar en la muerte me ha hecho caer en la cuenta de que uno ha de intentar llevar a cabo lo que le hace feliz (y no entremos en disertaciones sobre lo que es o no es la felicidad, que todos sabemos muy bien lo que nos hace felices).

Por eso yo, persona que vive en la parte del mundo privilegiada me veo imperiosamente obligada a seguir mi camino de artistilla (que a lo mejor nazco en el África subsahariana y me da por hacer figuritas de barro también). Que no sé a dónde me llevará este camino, vale. Pero por lo menos mientras tanto me divierto (¡y más sabiendo que puedo morir en cualquier momento joder!). Así que vuelvo a ser, al menos, un poco más libre. El que se me avinagre la cara dando clases a monstruitos con las hormonas desatadas puede esperar.

Si usted tiene algún trabajo para mí, no dude en proponerlo. Daré entre el 120%-148,2% de mi potencial. (demanda de trabajo)jajaja

Yo no soy pesimista, pero por necesidades del guión.

Besos!