jueves, 9 de julio de 2009

Galas

Las galas de premios de los festivales de cine son un mundo aparte. Cuando uno ve la ceremonia de los Goya y piensa “¿qué cretino ha dirigido esto?” yo en realidad medito “¿qué infeliz se ha dejado engañar para poner su nombre en esto?”. Porque sé de qué va la cosa. Porque la he sufrido tantas, tantas veces.

He dirigido ya más de una docena de galas de entrega de premios en distintos festivales, con más o menos solera, emitidas por televisión o no. Y –casi- siempre pasa lo mismo.

A continuación, un listado de razones para que cuando te pregunten si quieres dirigir una gala de entrega de premios digas NO.

Ni que decir tiene que el recordatorio es para mí mismo:

1.- Normalmente se suelen llevar a cabo en teatros públicos. En ellos el funcionariado que allí trabaja está más preocupado de cumplir sus horarios y de sus reivindicaciones sindicales que de sacar adelante la gala con presteza y esfuerzo. Esto refleja en fallos y problemas técnicos de todo tipo.

2.- Aunque te pongan el título de “director” la gala no la diriges tú. Ni se te ocurra, de hecho, o estarás despedido. La gala en realidad la dirigen:
· El Alcalde o Alcaldesa del pueblo, villa o ciudad donde se celebra el acto.
· Los presentadores, que llegan a última hora, no se leen el guión –ni lo pretendas- y una vez se abre el telón la gala es suya hasta que acaba. Si coincide algo de lo que hacen o dicen con lo que tú tenías previsto en el guión será por pura coincidencia.
· El director o directora del Festival. Normalmente, un puesto político ejercido por un político que no tiene ni idea ni de cine ni de galas ni de premios, pero que querrá aparentar que hace su trabajo tirando por tierra todas tus decisiones.
· En menor medida, el personal del teatro donde se celebra, que hacen su propia gala (el de luces la suya, el de sonido la suya, etc).

3.- En un principio te dirán que puedes contar con tu propio equipo (iluminador, escenógrafo, etc) pero no te dejes engañar. Cuando te presentan el presupuesto y te das cuenta de que no podrás pagar a ninguno desistirás. Entonces ellos propondrán a un equipo que no cobra. ¿Y por qué no cobra? Porque o son funcionarios o son incompetentes. O las dos cosas a la vez, que suele ser lo habitual.

4.- Y en esta teoría de la conspiración, ¿quiénes son “ellos”? Nadie lo sabe. Todo el mundo, TODO EL MUNDO, siempre hace alusiones en tercera persona. “Dicen que”, “Me han dicho que te diga que”... Hay un Gran Hermano que todo lo ve, que manda mucho y al que nada le gusta pero al que jamás, nunca, nadie, sabe poner nombre y cara. Un diálogo de ejemplo:
- Han leído tu guión y no les gusta.
- ¿Quiénes?
- ¿Quién va a ser? La gente del Festival.
- ¿Y qué gente es ésa?
- Coño, quién va a ser, los que mandan.
- ¿Y quiénes son esos que tanto mandan?
- Pues la gente del Festival.

Sí, el mundo de los Festivales de cine es así de Orwelliano.

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