martes, 6 de mayo de 2008

Una de romanos

Ayer se estrenó en televisión otro de los proyectos en los que he trabajado recientemente, se trata de una serie de humor ambientada en la época romana que no interesó a nadie. La audiencia fue pésima.

La serie era bastante arriesgada. ¡Una serie de romanos! ¡Y pretendidamente cómica! Estoy acostumbrado a que las cosas que hago produzcan risa sin que ése sea el efecto buscado (a veces por lo cutre, otras por lo... cutre) pero en este caso había que hacer reír de verdad. Para el estreno nos reunimos todo el equipo que la llevamos a cabo (actores, directores, guionistas...) en un pub y la respuesta fue bastante buena. Traducido: la gente se rió. Claro que eran los padres de la criatura, si no se ríen estos, a ver quién.

Aún así, y visto lo visto, no creo que el experimento fuese tan fallido como ahora dirá todo el mundo a tenor de los tristes resultados de audiencia. Porque esto es lo de siempre: si la audiencia hubiese sido buena todo el mundo saltaría con la fórmula de la Coca-cola en plan “yo ya lo sabía, el público demandaba algo nuevo, fresco, bla, bla, bla” pero como no ha colado, los mismos saldrán con la misma fórmula de “se veía venir, es demasiado rara, a mí nunca me gustó porque bla, bla, bla”.

Las cosas nunca son blancas ni negras. Y los que ahora despotricarán contra la serie ni que decir tiene que no tienen ni idea porque si la audiencia hubiese ido bien estarían diciendo lo contrario. Lo he visto un millón de veces. Y esto de las audiencias es una lotería.

La serie no es ni buena ni mala. Tiene cosas buenas, malas y horribles, pero si echamos un vistazo a lo que se emite en televisión, no es mucho peor que muchos otros productos vomitivos que consiguen inexplicablemente el respaldo de la audiencia.

Así son las cosas. Imagino que emitirán los capítulos ya grabados y dentro de un año ya nadie se acordará de ella. Una pena. Pero así son estas cosas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Comprendo lo que dices, en ocasiones la audiencia menosprecia productos que con el tiempo llegan a convertirse en obras de culto, como es el caso de "Carnivale", pero "400" adolece de otros defectos que van más allá de la mera audiencia. La serie en cuestión parte de una buena premisa, pero a mi entender está falta de ritmo y chispa. Y no es un problema de interpretación o ambientación, ni mucho menos, el defecto parte de guión. Algunos sketchs se hacen eternos y el "chiste" en el que se fundamentan pretenden rozar más el absurdo que un humor más cercano al espectador. Y de eso se trata, siendo una producción andaluza, que haya tan poco humor andaluz (si los Morancos hubiesen sido parte integrante del equipo de guión otro gallo hubiese cantado...) Pero bueno, animo con el siguiente proyecto señor Ortuño...

Anónimo dijo...

Pues a mí la serie me gustó (lo poco que vi). Para gustos...

Anónimo dijo...

fue un pestiño horroroso de serie!!