martes, 20 de abril de 2010

Zipi y Zape

Una mierda para Alan Moore y arriba Escobar, que es producto nacional y el mayor genio del noveno arte.

¿Que no?

Pocos saben que Zipi y Zape se convirtieron en película allá por los 70 y para cambiar eso abro al mundo esta ventana dando a conocer una de las mayores súper producciones del cine patrio.

Aquí os muestro una escena que paso a comentar:



La salida del colegio, sublime, con ese comentario a Peloto (los nombres son un alarde de perspicacia del genio Escobar: ¿puede haber un nombre más indescriptible que Pantunflo Zapatilla?). Sin contar la valiosa labor educativa de este film incluyendo ese maravilloso corte de manga de Peloto, ejemplo de cómo debemos reaccionar a insultos tales como “a ver si peloteando vas a cuquyer wuyq suoywr chupado”. Sí, no es que la edad te esté afectando al oído, es que no se entiende una mierda con la maravillosa mezcla de audio.

Los chinos, oh, qué gran labor integradora mostrar a otras culturas con realismo y sin caer en tópicos ni clichés.

La música no ganó un Goya porque en esa época no existían aún esos premios, pero los sonidos del Casio PT1 están aprovechados al máximo en la orquestación, ¿o no?

Si pasamos por alto que los niños están doblados por una señoras que hacen lo que pueden debemos reconocer que la caracterización de Zipi y Zape está muy lograda, ¿verdad? Se les ve muy naturales en esa posición con las manos cruzadas en el pecho, postura que, por cierto, jamás tenían en el cómic, pero bueno.

Otra escena antológica:



La caracterización de la monja es de Oscar, Goya, Emmy y Pulitzer. Lo normal, ¿quién no ha visto alguna vez a una monja morada leyendo un libro gigante de recortes de preescolar en la bolera? Y las niñas (como todas las que estudian en colegio de monjas) van más salidas que Cristina y Vicky en Barcelona.

Y atención a la frase: “Estas titis tan marchosas que me acompañan”, donde el guionista demuestra su enorme conocimiento del lenguaje coloquial de la chavalería. Durante esta escena de cortejo de pre-apareamiento la monja no se cosca de nada porque está hipnotizada por su libro gigante.

Por supuesto, el humor siempre presente de nuevo echando mano del ingenio a la hora de bautizar a los personajes: la Magnolia, la Siempreviva (what the fuck?) y la cardo.

Sublime.

Mención aparte merece el sobresaliente doblaje, destacando el falsete de Siempreviva (what the fuck again?) porque, como habrán notado el presupuesto sólo daba para dos dobladoras poniendo voz a todas las niñas.

Y qué decir de los elaborados efectos visuales de la película, como demuestra esta escena que podría haber firmado el mismísimo Michael Bay:



De nuevo una gran labor la de los guionistas a la hora de mostrar otras culturas, pero más destacable es el efecto de desaparición, en el que colaboraron estrechamente los técnicos de Industrial Light & Magic y Weta Workshop en las pausas de la merienda de Avatar. Y las Ángeles de Charlie con su sentido del humor “Lo tienes negro, amarilla” (bla bla bla integración bla bla bla otras culturas).

Y entremos ahora en el “acting”:



Apoteósico. Tenemos que reconocer que a los actores les ayuda sobremanera la destacable labor de maquillaje y caracterización así como el sobresaliente diseño de vestuario.

Y reconozcámoslo, esto parece una escena de una película de Almodóvar: colores saturados, decorados pop, actores sobractuados (¿cómo nominaron a Pe y no a Jaimita Zapatilla por esta actuación?)... de hecho, la actriz que interpreta a Jaimita tiene un aire a Chus Lampreave que bien podría ser una prima con incapacitación por retraso mental severo.

La escena del jardín sigue la línea, en este caso con una soberbia interpretación de Pantunflo (Escobar debía tener un camello con muy mala leche).

La persecución alrededor del árbol es digna de análisis: Pantunflo corre agitando los brazos sin sentido alguno ya que adelanta a los niños pero no echa el lazo a estos “pillastres, ladrones de cultura” por lo que el rubio tiene que hacer como que corre para volver a su posición a la cabeza del pelotón.

De nuevo la música de la persecución (al más puro estilo Tony Scott) no estaba seguro si sería de Hans Zimmer pero parece ser que no, que también la hizo su primo con incapacitación por retraso mental severo.

Como todos sabemos, grandes actores han interpretado a Hulk: Eric Bana, Edward Norton... pero sin duda el más grande de todos es el señor morado (el mismo color de la monja, demostrando la coherencia en la paleta de colores que aporta personalidad y estilo a esta película).

Porque “Zipi y Zape” no es una película, es mucho más: podemos encontrar en ella a los Ángeles de Charlie, a Hulk... es obvio que esta película se rodó cuando la SGAE aún no había dominado el mundo cual Godzilla de garveo por Tokyo.

¿Y qué decir del momento “farola” de pantunflo? Con qué naturalidad se queda congelado en un ejercicio actoral entre Jerry Lewis, Dino Rissi y Benny Hill.

Por cierto, no sabía que cuando alguien quedaba inconsciente en la calle (de pie, claro está) en vez de una ambulancia hay que llamar a los bomberos. Otra cosa que aprendemos con esta película.

2 comentarios:

G. dijo...

Jajajaja, va a ser verdad que es mejor no ir al cine contigo, eh, Ortuño. Qué ojito tienes B-)

Sabes lo peor? que ahora me han entrado ganas de verla :).

Ortuño dijo...

Es que hay que verla, es una másterpis.