En la película “Ed Wood” de Tim Burton, cuando el protagonista logra su primer trabajo como guionista-director el productor le pone una sola y única condición: que no tenga más de cinco rollos.
En ocasiones un guionista debe saber para cuántos rollos está escribiendo. Las películas de cine se dividen en rollos, cada rollo tiene una duración aproximada de unos diez o doce minutos y es importante saber si, como en el caso de Ed Wood, tenemos limitación de rollos.
En las películas cortas el primer rollo suele corresponder al primer acto (con excepciones, claro, “Psicosis” o “Marathon Man” ocupan más rollos en su primer acto), luego hay tres o cuatro rollos para el segundo acto y el tercer acto lo ocupan el quinto rollo y el sexto.
No es raro trabajar los guiones a partir de esta estructura por rollos, pues no es lo mismo una película de seis rollos que una película de diez rollos... o una de Peter Jackson, con innumerables rollos (y no sólo de película).
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