viernes, 15 de abril de 2016

Cómo se empieza una película

Bridge of Spies. No te preocupes que no hay SPOILERS, al menos, no graves ni que desvelen nada sobre la película que no desvelen ya, por ejemplo, los trailers. 

Un leit motiv de la película son los trenes. De hecho, la última imagen de la película será en un tren. ¿Qué es lo primero que suena en el filme? En efecto: un tren.

Como he dicho tantas y tantas veces, lo primero que vemos (y lo último) en una película es esencial, es donde reside el alma del filme. El primer minuto, concretamente, es esencial para el espectador, es donde elige quedarse o no; es donde retuerce el hocico y piensa "mm, esto no me va a gustar" o se acomoda mientras piensa "uf, qué buena pinta". En ese minuto hay que establecer el tono, el estilo, la temática, ¡lo máximo posible! 

En este caso, he aquí el primer minuto de la última joya de Steven Spielberg:


¿De qué va el filme? De espías. Concretamente, de este señor, que es un espía, alguien que no muestra su verdadero rostro. En este caso, al hombre no lo vemos directamente -está de espaldas- sino que lo vemos a través de un espejo, vemos lo que muestra al mundo, que no es su verdadera cara, sino un reflejo (que, como todos los reflejos, está invertido). Pero eso ya lo hemos visto muchas veces, es un recurso bastante empleado y casi se ha convertido en un cliché que los grandes autores no suelen usar sin más (recuerdo por ejemplo el inicio de Death Becomes Her, donde Zemeckis también le da la vuelta al recurso de mostrar a alguien a través de un reflejo). 

Otro ejemplo que se me viene a la cabeza es el de la serie Twin Peaks, cuyo primer y último plano eran el de dos personajes principales ante un espejo. En el primero, al inicio de la serie, vemos a un personaje -Josie Packard- que oculta mucho, que no se muestra como es y cuyos oscuros secretos iremos descubriendo a lo largo de los capítulos. En el último, ya hemos "aprendido" a ver a través del espejo y éste ya no muestra un reflejo del personaje -en este caso, Dale Cooper- sino que ya somos capaces de ver quién es en realidad y lo que esconde "tras el reflejo que muestra al mundo" (en este caso, que ha sido dominado por la presencia maligna del bosque).



En el caso de la película de Spielberg además del espejo vemos al personaje en un cuadro, en una pintura... en una obra de arte. Así, no sólo nos da la visión de este personaje como alguien que no se muestra tal y como es, sino que además nos muestra que este personaje, Rudolf Abel, no es sólo un espía, es mucho más: es un artista, alguien sensible, complejo, cargado de matices.

Y todo esto, en menos de un minuto y sin palabras.

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