domingo, 13 de marzo de 2016

¿Mi película favorita? (Parte 2)

He aquí la segunda parte de mi artículo dedicado a Terminator 2. Seguro que es mejor que la primera. La famosa frase “nunca segundas partes fueron buenas” fijo que la acuñó uno pensando más en las excepciones. Porque, según nos enseña la historia, es más habitual que las segundas partes mejoren el original que lo contrario. Y no hace falta dar muchos argumentos porque la lista sería eterna: El Padrino II, El Imperio Contraataca, El Caballero Oscuro, Spider-man (la de Raimi)... Terminator 2.

¿Otra vez?

En el artículo anterior expuse algunos elementos por los que este filme es sin duda uno de los mejores que jamás se hayan rodado. Voy a enumerar ahora unos pocos más, aunque trataré de no extenderme demasiado ni dejarme llevar por mi tendencia a enrollarme:

Dyson

Un personaje con poco recorrido en la película, pero brillante en su arco. El causante del fin del mundo pasará a ser justo lo contrario, el salvador del mundo. Pero no acaba la cosa ahí. No basta con que este personaje muera para salvar a la humanidad y así redimir sus pecados (futuros), sino que lo hace ¿recuerdas? usando justamente aquello que usaría para destruir a la Humanidad: la maqueta del chip al que ha dedicado los últimos años de su vida. Sí, el chip del anterior terminator y por el que este hombre desarrollaría la tecnología que acabaría dando vida a Skynet. Es la pieza que tiene en la mano y que deja caer para activar los explosivos que acaban con todo su trabajo. Como vemos, hasta el último detalle cuidado al milímetro para conseguir una dramaturgia perfecta.



Vestuario y complementos

Aunque los mencioné de pasada en el anterior artículo, voy a detallar un poco más de qué hablo. Además de la obvia ironía con que usa el vestuario, a saber: el malo vestido de poli bueno ("Para proteger y servir”), el robot bueno vestido de macarra, el salvador del mundo con su camiseta de PUBLIC ENEMY... quedémonos con un simple detalle. Las gafas de sol. El uso de las gafas de sol para definir a cada personaje es tan impresionante como su revolucionario uso de los efectos visuales. Como sabemos, los terminators usan gafas de sol. Al no tratarse de seres vivos, tratan de ocultar sus ojos, pues los delatan por su mirada muerta. Así, nada más empezar, el T-800 se hace con sus gafas de sol molonas.

Gafas de sol por la noche, como los canis de tu barrio.

Esas gafas lo definen como “máquina” que debe ocultar sus ojos muertos. Pero, a medida que este ser evolucione, gracias a lo que va aprendiendo del chico, y vaya adquiriendo más “humanidad”, se desprenderá de estos objetos que simbolizan su falta de alma.


No será casual por tanto que sea el T-1000 quien acabe pisoteando las gafas del T-800.

Si rodaron este plano, es por algo.

Y ahora pasemos a este tipo. Por supuesto, el T-1000 mantendrá sus gafas de sol hasta casi el final de la película. Pero, ¿te habías fijado en este pequeño detalle de las gafas de sol del T-1000?


Tengo fuego en la mirada. 

Y qué decir de Sarah Connor, que lleva unas peculiares gafas de sol redondas que además de darle personalidad icónica (como a los otros personajes), las usará hasta que casi comete el asesinato de Dyson. 


Pero cuando lo tiene delante, no puede disparar. Ahí descubre que ella no es una asesina, por más que lo intenta, no es una máquina de matar.



Y nunca más usará gafas de sol.

¿Y quién nunca, jamás, usa gafas de sol?

Exacto, John Connor.

Sigamos.

Los guiños

Son muchos los guiños de la película a otros filmes. Pero me quedo con uno en particular. El homenaje que se hace Cameron a sí mismo. En 1986 tuvo que eliminar más de media hora de metraje de Aliens. En 1991 quiso recuperar una de sus escenas eliminadas favoritas de aquel filme metiéndola en Terminator 2. Un plano secuencia de seguimiento de personaje que termina con la frase “no preguntes”.

La fotografía

Para terminar (a menos que me dé por hacer una tercera parte... o una cuarta, que así de cansino puedo llegar a ser), voy a hablar de la luz y el color de la película. La paleta de color en muchos casos es lo que hace que una película sea lo que es, lo que hace que la sientas de una forma o de otra y que te la lleves (o no) impresa en tu cerebro. En este caso es interesante observar cómo de cuidada está la paleta de color de esta película. He aquí el patrón de colorimetría usado en este filme:


Este patrón se saca convirtiendo cada frame de la película en una línea y uniéndolas todas en esta barra. Esto es Terminator 2.

Por otro lado, el uso de la luz fría fluorescente es una constante, pero más interesante es el uso de luces móviles. Casi siempre se buscan una excusa para que en escena las luces se muevan, y normalmente son esas luces fluorescentes. Esto crea mayor tensión interna en el plano y hace que las sombras se muevan constantemente, logrando numerosos objetivos: mayor sensación de movimiento, más dinamismo, aumento de la profundidad semántica...

El fluorescente de fondo hace que el conflicto de la escena sea aún mayor. Date cuenta de que al final, cuando John da por zanjada la discusión, él mismo para con la espalda la luz móvil.

Por alguna razón no consigo que este vídeo tenga audio, pero bueno, como lo que importa ahora es que te fijes en las luces móviles, me vale.

Cualquier excusa es buena para poner luces moviéndose en el encuadre. A veces aunque sea bastante por la cara. 

Luces giratorias azules, linternas moviéndose... todo vale para conseguir el efecto. 

¿Qué? ¿Os sigo dando la tabarra con esto o lo dejamos aquí?






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