Eran realmente originales en eso de imponerme castigos. Recuerdo que una vez me pas

Acabo de caer en una cosa, al referirme a este tema estoy hablando en plural cuando en realidad debería hacerlo en singular porque, verdaderamente, mi padre jamás me castigó ni me puso la mano encima (que yo recuerde). Sin embargo, mi madre era la típica que me amenazaba con eso de “cuando llegue tu padre te vas a enterar” o “verás cuando se entere tu padre”, cuando en realidad mi padre pasaba bastante de todo eso y nunca me dijo una palabra más alta que otra. Y lo peor de todo es que aquellas amenazas funcionaban y conseguían asustarme, lo cual me deja en una posición bastante incómoda porque, bueno, tal vez vaya siendo hora de reconocer que, además de gordo, era bastante imbécil.
1 comentario:
Eras un niño. No eras imbécil, eras inocente. Flagélate sólo por las cosas reales. Por las otras, no.
:)
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