Parábola y premisa

En mis posts anteriores explicaba una cosa y otra, ahora vamos a ver en qué se diferencian ambos conceptos.

A ver, pensemos en El Bosque, de Shyamalan (vale, ya sé que no te gustó, pero es por poner un ejemplo donde lo veamos clarito).

La película muestra una sociedad imaginaria que realmente es una parábola de otra sociedad real. Una sociedad cerrada de gente blanca protestante anclada en el pasado en la que el gobierno rige basándose en el miedo, un miedo falso basado en temer a monstruos que no existen y que los propios gobernantes “fabrican”. ¿Te suena esta sociedad? A ver si te suena si te digo que el líder se llama Walker.

¿Qué otra sociedad estuvo basada en un miedo falso con el que se controlaba a su habitantes por obra y gracia de otro Walker, concretamente George Walker Bush?

Por cierto, que al final el poder pasará de un Walker a otro: su hija (hombre, algo hay que disimular, ¿no?).

Vale, hasta ahí la parábola o la metáfora, como quieras llamarlo pero, ¿cuá es el punto de vista de la película? ¿Qué opina Shyamalan de esa sociedad basada en el miedo infundado a sus ciudadanos para tenerlos controlados y “protegidos”? Eso ya no sería una metáfora, sino la premisa del filme.

Si analizamos la película vemos que es la gente joven la que tiene en su mano la continuidad o no de este mundo. Es la chica ciega la que debe juzgar y decidir si vale la pena o no seguir adelante con una sociedad así. Constantemente se nos dice que el precio a pagar (el miedo, el control) es pequeño comparado con el peligro del que protegen a sus ciudadanos mediante este miedo inducido.

Una frase clave que se dice en la película es “si ella vuelve, significará que esto que hemos creado vale la pena”. O sea, si ella vuelve, la sociedad vale la pena.

De esta forma, la última frase que se pronuncia en la película deja al descubierto la opinión del autor respecto al tema. La chica Avy Walker regresa y dice: “He vuelto”.

Por tanto, ¿vale o no vale la pena esta sociedad?

En efecto, igual que en otros filmes (especialmente Señales) Shyamalan deja clara su postura: está a favor de la política del control mediante el miedo que los estadounidenses han venido practicando hasta hace bien poco.