jueves, 25 de diciembre de 2008

2008

Hace un año ya que me metí aquí a contar mis penas y alegrías del año que acababa. Y aquí estamos otra vez. Cada vez los años pasan más rápido. Pero éste, de verdad, sí que ha sido un buen año. Tal vez de los mejores.

Resulta curioso que en mi vida los años terminados en 8 (1988, 1998, 2008) hayan sido los mejores de mi existencia.

Concretamente en este 2008 me he mudado a un piso nuevo. Y estoy encantado. No podría ser mejor, la verdad. De hecho, este último post del año lo redacto en mi nuevo despacho, infinitamente más cómodo, acogedor y bonito que el que he tenido los últimos diez años.

En el aspecto profesional tampoco me puedo quejar. He rodado un producto musical de lo más interesante y he estrenado un documental del que me siento bastante satisfecho.

En lo trivial, la proporción de películas magníficas que he visto en la gran pantalla ha sido superior a lo habitual: Camino, The Dark Knight o Wall-E son buenos ejemplos.

La docencia, por contra, ya no me llena tanto como solía hacerlo. Tal vez porque cada vez el alumnado parece menos motivado y con ganas de aprender, mientras se empalagan de soberbia y engreimiento. ¿Qué le está pasando a la gente?

Y, además, cuando creé este blog allá por... pensé que sería una cosa mía para, dentro de unos años, echar la vista atrás y ponerme nostálgico. Y resulta que, sin yo pretenderlo en absoluto, por aquí se pasa todo tipo de gente, en ocasiones con cosas buenas que contar (lasinmotivos, tengo mucha curiosidad por saber quién eres, tus palabras han sido de lo más reconfortantes) y algún que otro reproche más que merecido (sí, soy pedante, aún no he encontrado la cura, pero estoy en ello).

Gracias a todos.

Y ahora, a por el 2009.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿todos tus años son buenos o qué?

Anónimo dijo...

Me alegra que el año haya sido tan pleno para tí. Soy de ese "todo tipo de gente" que recaló en tu blog por pura curiosidad morbosa...y descubrí cosas que me gustaron. Ahora soy asidua, y sin morbo, ni afán de crítica, ni ganas de ligar o amargarte el día, que de eso ya se encargarán otros. Aprendo, discrepo o me identifico con tus comentarios, y, sin pretenderlo, te conozco un poco mejor.
Seguiré paseándome por este sitio, porque es una plaza agradable.

Anónimo dijo...

ortuñoo! me encanta que hayas escrito eso sobre la docencia, supongo que no soy el único que se da cuenta de ciertas "energias negativas" que anteponen las personas a las relaciones humanas. la verdad es que a mi tambien cada vez me gusta menos ser alumno porque la gente piensa primero en la competitividad y despues en ser personas "al mismo nivel" y, por lo menos a mi, me choca que alguien, x el simple hecho de que cree que sabe más que yo se sienta por encima...y más todavia cuando son muy pocos los que tienen alguna idea de la vida; teniendo en cuenta que lo menos importante que aprendemos en nuestro trayecto es lo que aprendemos en un aula.
te seguiré de aqui en adelante y ná.... una carita feliz pa ti! :)

Unknown dijo...

Puedo llegar a entenderte con lo de la docencia, Ortuño. Solo recordarte que eres uno de los mejores profesores que he tenido, y que disfruté muchísimo en todas y cada una de tus clases. TE MENCIONO en el Instituto del Cine de Madrid, donde sigo cursando tercero de dirección.

Un saludo crack!