sábado, 20 de noviembre de 2010

La crisis


Últimamente me cuesta mucho salir de casa. Más de lo habitual, se entiende. Cualquier reunión se convierte en un rosario de penas. “La cosa está fatal”. “Y peor que se tiene que poner”. La gente no tiene trabajo, viven del paro y los que no tienen ni eso están padeciendo situaciones realmente catastróficas. Tengo un amigo que se levanta a las 6 de la mañana para ir a trabajar, sale a las 3 de la tarde y a las 4 entra en otro trabajo hasta las 10 de la noche. Y así todos los días.

En serio, ¿es cosa mía o eso no es un nuevo modelo de esclavitud?

En efecto, al menos en la esclavitud antigua el patrono tenía la obligación de dar comida y cobijo a sus esclavos. Ya ni eso. Porque los nuevos esclavos no trabajan para patronos, ni para ellos mismos -como les han hecho creer- sino para el nuevo esclavista: el banco.

Todos sabemos que los bancos han creado y propiciado esta crisis. Lo irritante del asunto es que todo el mundo sabía que esto iba a pasar. Pero nadie hizo nada para evitarlo.

Es más, cuando ha sucedido, los gobiernos han “rescatado” a los bancos con dinero público (lo que no das al banco de tu sueldo se lo das al gobierno y éste, de nuevo, al banco).

Seguimos esclavizados fichando en nuestra fábricas de explotación y miseria.

Y el sistema sigue perpetuándose. Este puto sistema esclavizante del que nadie dice nada. Nos preocupamos más sobre si Lady Gaga ha enseñado el culo o no en su último concierto. En serio, cuando los trabajadores dicen que, después de un día esclavizados prefieren sentarse a ver en la televisión el fútbol o a la Belén Esteban, de verdad que me hierve la sangre.

¿No ves que mientras sientes tu culo en el sofá y no hagas nada por remediarlo seguirás siendo una pieza más del sistema que te exprime, te agota y hace que tu potencial humano sea desperdiciado? Por seguir con el ejemplo, mi amigo –el de las 6 de la mañana- tiene un talento innato para el arte... como comprenderás, con ese horario inhumano y ese ritmo de trabajo, la última vez que hizo algo artístico apenas estaba en la pubertad.

Por eso no puedo salir ya a la calle, porque paso por el escaparate de un banco y el impulso de apedrearlo a veces es mayor que mi capacidad para contenerme.

Veamos, los bancos crearon este sistema haciendo creer al planeta que todo el mundo podía ser rico. Durante décadas las personas que ganaban 10 tenían posesiones por valor de 20, el que ganaba 20 tenía posesiones por valor de 100 y así sucesivamente.

¿Cómo era esto posible? Porque el banco te “regalaba” lo que faltaba.

El truco es el siguiente: en realidad te enseñan el dinero pero no te lo dan. En su caja fuerte tienen mucha pasta, pero no es suya (claro está), sino que procede de los depósitos y las reservas de lo que otros desgraciados como tú han metido allí, pero el dinero en realidad nunca sale de la caja fuerte. ¿Por qué? Porque cuando te prestan un dinero para que te compres un piso –o un coche, o lo que sea- en realidad el dinero “regresa” al banco de inmediato, pues la promotora del piso también tiene una cuenta bancaria. Así pues, a cambio de “enseñarte” el dinero (ni eso, porque ya todo son transacciones electrónicas) tú vas a pasar el resto de tu vida en deuda con el banco. Además, si te fijas, casi siempre te dicen que “lo primero que pagas son los intereses”. Claro, si te arrepientes y decides cancelar la hipoteca o el préstamo los intereses ya los has pagado. ¡Demasiado tarde!

Esto a pequeña escala, pues lo mismo hacen con gobiernos y naciones enteras a las que “prestan” dinero a cambio de pleitesía eterna. Eso se llama “globalización”. ¿Qué ahoga a muchos países y no les permite progresar? Lo mismo que a ti: la deuda con los bancos.

¿He dicho a muchos países? Borra eso. Quería decir a todos los países. A cualquier escala, todos los gobiernos tienen deudas con los bancos. Desde los Ayuntamientos de pueblo a la Casa Blanca.

La cosa es que el dinero “real” que existe circulando en el mundo es infinitamente inferior al dinero que la ciudadanía debe a los bancos, puesto que se ha creado una riqueza ficticia donde la gente vive por encima de sus posibilidades (todo el mundo con dos coches, televisores de plasma y casa en la playa), porque nadie paga en realidad por nada, lo que hace es “endeudarse” con el banco de por vida.

Así, el resto de tu vida trabajas en esta proporción: de seis días a la semana tres son para el banco, uno para el gobierno (que luego “rescata” a los bancos con ese dinero) y el resto para “ahorrar” algo en cuentas bancarias que sirven para perpetuar este sistema. O comprarte cosas por encima de tus posibilidades, ya que si tienes ahorrado 4, te compras algo de 7, ¿y quién te da los 3 que te faltan? ¡Tu querido amigo el banco!

Cautivos de los bancos durante décadas con un sistema esclavista que al final debía estallar puesto que llega un momento en que el modelo es tan inestable que no puede perdurar.

Y así ha sido. Ha estallado. Al final los bancos no tenían reservas suficientes porque el dinero, directamente, estaba creado de la nada y no existía. Han “regalado” un dinero que no existe y a final han ido a mirar a la caja fuerte y sólo han visto telerañas.

Vamos, algo más que previsible.

Me encantan los "visionarios" que ahora saltan con que ya lo predijeron. Perdona, yo no soy economista y en cuanto estudias algo de economía y te das cuenta de cómo funciona el sistema lo que te extraña es que esto no haya pasado antes.

Total, que entonces el banco le echa morro y va al gobierno: “oye, que el sistema éste manipulador y abusivo que hemos inventado se nos ha ido de las manos, ¿nos das dinero para seguir manteniéndolo unas cuantas décadas más?” Y los gobiernos sólo hacen una pregunta: “¿Cuánto?”

Y claro, ahora los bancos lo que necesitan son reservas de efectivo, pues ya no les queda de eso, por eso ahora ya no anuncian hipotecas en sus escaparates, sino “cuentas nómina”. Lo que quieren es que metas tu dinero allí. Además, en los contratos te obligan a tener tu nómina no sé cuántos meses y domiciliar no sé cuántos recibos. ¿Para qué domiciliar los recibos? Para que el dinero que ganas doblando el espinazo día tras día no se te ocurra luego sacarlo del banco. Lo dejas allí que tienen que llegar tus recibos.

Piénsalo así: el Ayuntamiento de tu pueblo no tiene dinero para pagar las nóminas de los funcionarios. No importa, llega el banco salvador y le “presta” el dinero para las nóminas. A cambio, el Ayuntamiento queda endeudado, deberá pagar lo recibido más intereses. ¿Y el dinero de esas nóminas que debe a los trabajadores a dónde va? De vuelta al banco, que es donde todo el mundo tiene domiciliada la nómina. Y de esas nóminas seguramente la mitad o más no saldrá nunca del banco porque es para pagar las hipotecas y múltiples préstamos de esos empleados públicos.

Si echas cuentas, el nivel de deuda es infinitamente mayor que el nivel de efectivo. Por tanto, los impagos y embargos acaban siendo necesarios y forman parte del sistema, porque el propio banco necesita que haya impagos (dentro de un orden, se entiende) porque cuando no pagas, te embargan tus bienes y así el banco adquiere riqueza “real”. En vez de dinero ficticio, el banco se hace con propiedades que transforma en dinero auténtico y tangible.

Un sistema perfecto... para los bancos.

Luego, salir a la calle y escuchar a la gente quejarse me crispa los nervios. Ver tanto sufrimiento me deprime profundamente. Por un lado, por la impotencia (no tengo nómina, ni siquiera tengo coche, trato de endeudarme lo menos posible... pero, ¿y qué?, seguro que el BBVA no va a quebrar por eso) y por otro porque todos nos quejamos con una cerveza en la mano y luego nos vamos a casa a quedarnos dormidos viendo Gran Hermano mientras seguimos perpetuando con nuestra inactividad este sistema esclavista.

Tengo un amigo que me juró que jamás tendría una cuenta bancaria. Eso fue hace dos años. Hoy ya tiene la nómina domiciliada... es que le regalaban una vajilla la mar de mona.

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