martes, 31 de julio de 2007

ARDO

Piel...
Así empieza.
Obscuro,
Oscuro.
Cuando ardo (cuando ardes)
la piel se resquebraja.
la sangre fluye a través de
los poros.
Intenta liberarse,
por fín.
No duele,
pero ver la sangre
como una nueva piel
que sustituye
a la de siempre.
te hace gritar.
. . .
¡Cosas del ánimo!
. . .
Y yo me río.
La sangre, como líquido que es,
va cayendo...
... cae.
Pero debajo no hay nada.
La piel que esperas que aún se conserve
bajo el nuevo armazón líquido
ya no está ahí.

Ya no hay nada.
Sólo sangre.
Que fluye, libre (al fín),
y se escapa.
Gritas... para que no se vaya.
¡Que no te deje (que no me deje)!
Pero la sangre,
que disfruta del aire (por fín)
que nunca antes ha respirado...
huye, huye, huye, huye, huye, huye, huye, huye, huye, huye,
Y debajo no deja nada que te proteja
del calor...

Obscuro.
Oscuro.
¿Qué?
¿Grita?
Yo me río.
La sangre se va.
Tu sangre huye.
Mi sangre se escapa.

Y ya no queda NADA.
Así acaba.
(Oscuro.)

No hay comentarios: