martes, 9 de febrero de 2010

Déjame entrar



Una de las cosas que me fascinan de esta película sueca es lo mucho que dice sin decir. La primera vez que se ve la película uno percibe cosas pero cuantas más veces la ves, más descubres nuevas capas que ocultan misterios y curiosidades que casi no acaban nunca. He aquí unos cuantos detalles que pasan desapercibidos para muchos espectadores en un primer (o segundo) visionado:

· Eli es un hombre, no una mujer.

· Eli es diminutivo de Elías, no de Elizabeth.

· Eli fue castrado poco antes de ser convertido en vampiro.

· El último mensaje en morse de Oskar es “un beso”.

· En sueco, igual que en inglés, no hay género para los adjetivos ni para muchos sustantivos, de ahí la confusión en la traducción al castellano.

· El título original de la película es “Deja entrar a la persona adecuada”. Parece que el título “Déjame entrar” va por Eli pero en realidad es Oskar quien “quiere entrar” en el mundo de Eli y debe demostrar que es “el adecuado”.

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